ALTA DE MEDIDOR

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El "servicio medido de agua" se refiere a un sistema de cobro por el agua potable que se basa en la cantidad real consumida por cada usuario, medida a través de un medidor. En lugar de pagar una tarifa fija, los usuarios pagan según el volumen de agua que utilizan, incentivando el uso eficiente y responsable del recurso.        

 

¿Cómo funciona?

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Medidor:

• Se instala un medidor en la toma de agua de cada propiedad, el cual registra el volumen de agua que pasa a través de él. 

Lectura:

• El consumo se mide en unidades como metros cúbicos, y se registra periódicamente (mensual o bimestralmente). 

Facturación:

• El usuario paga por la cantidad de agua medida por el medidor, lo que permite una facturación más justa y transparente. 

 

Ventajas del servicio medido:

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Equidad:

• Se paga solo por lo que se consume, evitando subsidios cruzados entre usuarios.

Racionalización:

• El usuario se vuelve más consciente del consumo y tiende a utilizar el agua de manera más eficiente.

Sostenibilidad:

• Fomenta el cuidado del agua y ayuda a reducir el desperdicio.

Mejor gestión:

• Permite a las empresas de agua tener una mejor gestión del recurso, al identificar patrones de consumo y fugas.                                                           

 

Consideraciones:

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Instalación:

• La instalación del medidor corre a cuenta del contribuyente.  

Mantenimiento:

•  Los medidores pueden requerir mantenimiento o reemplazo periódico, lo que también puede generar costos.                                

Lectura y facturación:

• Es importante contar con un sistema eficiente de lectura y facturación para garantizar la precisión y transparencia del proceso. 

En resumen, el servicio medido de agua es una herramienta importante para promover la eficiencia hídrica, la equidad y la sostenibilidad en la gestión del agua.